Esa sensación que te recorre, el sentarse en la tabla, esperando la ola perfecta, esa que lleva tu nombre y te susurra. La ves al horizonte y sabes que está hecha para ti, te recorre la adrenalina, se filtra en cada una de las secciones del cuerpo, avanza cada centímetro alterando cada una de tus terminaciones nerviosas. Tus músculos se activan bajo la tensión que te produce la idea de coger la ola. Comienzas a remar y en unas décimas de segundo cambia tu forma de ver la vida, te das cuenta de que ya no volverás a sentir nada igual. Das un impulso, te pones en posición y la ola te lleva, la dominas y encuentras la plena armonía difícil de explicar con palabras. Una adicción dentro de mi, el mar dentro de mi, una droga que engancha y no te suelta. Una vez que estás dentro, ya no puedes pensar en nada más. 

Surfing Isn't Just a Sport, Is a Way of Life.